Martina E.
Hola, me llamo Martina y nací el 21 de junio de 2018 en el Hospital La Paz, tengo 4 añitos. Vivo en Madrid, aunque me gusta mucho ir a los pueblos de mis padres, Granja de Torrehermosa y Azuaga, porque me encanta Extremadura y me lo paso muy bien con mis primos, primas y amigos.
Desde muy pequeña estoy en fisioterapia, hipoterapia, natación y otras actividades más, porque aunque yo me empeñaba en querer hacer el perrito o el gatito con mis cuatro apoyos, llamar a mi mamá y a mi papá, pedir agua cuando tenía sed… el monstruo Rett decidió un día, que todo eso lo haría con ayuda de los demás y que juntos tendríamos que luchar contra él, y hasta hoy, cada minuto lo aprovecho para retarle a ver quién puede más, y estoy segura, que no me faltan ayudas, que somos más y que todos los días le muestro mis ganas de derrotarle; me despierto muchas veces para decirle que no me he ido, aprieto y rechino mis dientes para mostrarle mi fuerza, le grito para que no se olvide de que somos más, aprendo imágenes para que vea que le sigo a todas partes, le hago alguna pedorretilla para reírme con él y lo más duro para Rett, no paro de sonreír y sonreír, porque sé que es su debilidad y que mi boca abierta y mi mirada son capaces de atravesar cielo, tierra y mar para no dejarle ni un piececito más de ventaja, sé que será largo, pero que en algún momento, nos despertaremos de esta pesadilla y nos acordaremos de lo mucho que merece la pena luchar.
A los 2 años y 11 meses me diagnosticaron Síndrome de Rett y desde entonces mis días transcurren en mi colegio, que me lo paso muy bien, en hospitales y en terapias; además adaptándonos, poco a poco, a nuestra nueva forma de vida, porque sé que necesito que estén conmigo en este camino, y junto con nuestra inseparable India, mi perrita, que me da mucho juego, aprendemos cosas todos los que días aunque no sean fáciles, me ayudan y hacen mejores a los que me rodean; mi mirada y mi sonrisa tienen superpoderes y mis padres dicen que solo con eso, son felices y que lo pueden todo, pero que no se van a cansar nunca de ayudarme a conseguir lo que me proponga, porque las princesas Rett algún día solo seremos princesas.